De lunares blancos se ha llenado el traje verde de los naranjos.
De algodón de azúcar y noches claras, las orillitas de sus volantes.
De fragancias dulces visten el aire y, sin detenerse,
buscando atajos para posarse con luces blancas por las esquinas de cada calle...
llega al fin la ansiada Primavera... para quedarse.
Que lindo pregon que compartio el grande escritor : Enrique Vega Galvéz
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